La Pasarela es el nombre de mi última producción en medios de comunicacion. He tenido varios y ésta, fue merecedora de un premio binacional. Las palabras van y vienen, los escritores le damos vueltas a la noria de León Felipe en el pueblo de Comala de aquel Rulfo y nos perdemos en el laberinto de la soledad, sin Paz presente. Maneje por la autopista de Cortázar y tópese con la Tia Tula y la libertad de Machado, esa soy yo, una mujer construida a pedazos de letras de todos mis autores.
miércoles, enero 23, 2008
7 de febrero de 2008.
Solo faltan 4 años para el 2012, donde según los Mayas y sus profecías, es el renacimiento o fin del mundo, cada quien lo interpreta a su conveniencia. Sera según esto un año donde todo lo expandido, la energia positiva, el amor, la paz y toda aquella conciencia limpia, podra ayuda a que lo que estamos viviendo y nos falta de aquí a allá, nos nos afecte tanto. Hablamos de guerra, naturaleza embravecida, muerte y destrucción, corrupción, sodoma y gomorra (que feo nombre para ciudad, suena como a hemorroides), drogas, pérdida de valores y todo lo lindo que estamos sufriendo, llegue a su punto máximo de evolución. Mientras, los chinos, estos chinos copiones pero buenos para hacer lana, nos avisan que el año nuevo es el 7 de febrero del 2008 y es la rata de tierra (¿vaquita la del barrio?) el simbolo zodiacal que toca. El feng shui nos habla de la importancia de celebrar esta fecha y sus rituales son casi parecidos a los que muchos realizamos la noche del 31 de diciembre, aunque no salen como locos cargando maletas, pero recomiendan prender incienso, no lavarse el cabello dos dias (fuchi) para no lavar la suerte, no limpiar ni barrer ese dia ( que buen pretexto para la wueba), colgar versos conteniendo buenos deseos, utilizar colores rojos y dorados, cenar mariscos (¿langosta puede ser?) y varios rituales más que sumados son 9. Pues será el 7 de febrero o el 34 de octubre, cada vez estoy más convencida que todos tenemos un destino y aunque le saquemos la vuelta, bailemos la danza de los velos sin velos, prendamos incienso, etc. nuestra verdadera fuerza esta dentro de nosotros, ya sea para salir adelante con el coraje necesario o para autodestruirnos causando el efecto dominó. Y eso, lo cosechamos o nos mata tarde o temprano.
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