¡¡Ehui!!!

EL JURAMENTO YAQUI.

Para ti no habrá ya sol.
Para ti no habrá ya noche.
Para ti no habrá ya muerte.
Para ti no habrá dolor.
Para ti no habrá ya calor,
ni sed, ni hambre,
ni lluvia, ni aire,
ni enfermedad, ni familia.

Nada podrá atemorizarte.
Todo ha concluido para ti,
Excepto una cosa:
El cumplimiento del deber,
en el puesto que se te designe,
allí quedarás por la defensa de tu nación,
de tu pueblo, de tu raza,
de tus costumbres, de tu religión.

¿Juras cumplir con el mandato divino?

Los guerreros, con la cabeza baja, responden:

!!Eeehui¡¡¡

Cuando mi padre termino la carrera de medicina en el colegio militar, lo mandaron a hacer su servicio a lo que pudiera en aquellos años (1946) llamarse la dimension desconocida. Del df a Sonora, con los indios yaquis en un pueblo tipo en llamas de Rulfo, Vícam. Llegó una tarde a 45 grados de calor, viendo un tremendo desierto, con mi madre y su primogénito. Un guerito (Yoreme le decian a los blancos) con tremendos bucles de moda, que clamaba por agua y sombra. El panorama no era muy acogedor, dormir en hamacas o catres, cuidarse de víboras de cascabel, escorpiones y todo aquello que el desierto ofrece en flora y fauna. Ni siquiera los abanicos de Pedro Infante existian, pero todo esto, fue superado gracias al amor y cariño con el que fueron recibidos. Los Yaqui, son gente seria, callada, vergonzosos pero muy ceremoniosos y respetuosos de sus costumbres y tradiciones. Una de las cosas que me gustan de ellos, aunque a mi me tocaron ya mejores condiciones de vivienda, ademas por ser la última de la familia, siempre he leido y platicado de ellos, forman parte de la historia de nosotros. Mi papá tenia al guero Lolo a su servicio, un yaqui altote, mezcla de franceses, españoles con indias yaquis, quien cuidaba a mi hermano y que en su momento, hizo su juramento como todos los hombres de la tribu. Me gusta ese juramento, el EHUI es una afirmacion total de aceptacion de lucha, de lealtad y fidelidad. Ni que decir de la danza del venado, las pinturas rupestres, el pozole de trigo y un sin fin de características de esta tribu sonorense, con su leyenda, Maria Matus, la curandera. Como periodista, me toco visitar varias veces las tribus, con sus "gobernadores" y ver toda la parafernalia que el mismísimo gobierno federal, estatal y municipal, se paran en seco respetuosamente y dialogan con ellos en sus reuniones. Tan el si como el no, son parte de mi forma de ser, todo o nada. ¿Entén? vamos pues a darle a la tatahuila y !!Eeehuiiii¡¡