La Pasarela es el nombre de mi última producción en medios de comunicacion. He tenido varios y ésta, fue merecedora de un premio binacional. Las palabras van y vienen, los escritores le damos vueltas a la noria de León Felipe en el pueblo de Comala de aquel Rulfo y nos perdemos en el laberinto de la soledad, sin Paz presente. Maneje por la autopista de Cortázar y tópese con la Tia Tula y la libertad de Machado, esa soy yo, una mujer construida a pedazos de letras de todos mis autores.
sábado, agosto 09, 2008
En un Tris te da teza.
Ah que difícil es la tristeza! cuando vez como baila el ser humano al son que le toquen, pero más, cuando los hilos del titiritero son llevados por negros caminos, recurridos ante la misma inseguridad que se siente de no poder dominar totalmente al que se le/la antojó. Que tristeza dan las guerras, hambres, destrucciones matanzas de animales, secuestros, etc. y seguimos sacando cero en humanidad. ¿como reaccionamos cuando estamos tristes? yo al menos me encuevo en unas delgadas líneas escritas tan frágiles como el ex muro de Berlín, como la malla divisoria de México con Usa, el peor monumento del país de la "libertad", me encierro en mi misma, desconecto celular, nextel, internet, microondas (o sea, ni hambre da) y me embarco en el crucero del recuerdo esquina con el olvido, ah cómo duele la miseria humana, la mentira, ver niñas abortando, mujeres/hombres recurriendo a pócimas secretas y milenarias con tal de arrancar de su nido al ave, ave que por más alto que cree que volará, tiene que tocar piso algún día. Duele hasta la última gota del río, el dique emocional de tantos años entregados con ojos cerrados, abriendo de golpe el iris y descubrir el nauseabundo olor del excremento humano, golpe tras golpe, saber la verdad que el otro, aunque la tenga frente a sí, no la ve, ciegos en tierra de titiriteros, fe perdida en la humanidad misma, se pide, se reza, se suplica, pero hay una misión que cumplir, cueste lo que cueste, no importa dejar atrás lo que sea y a quien sea, sólo el tiempo, lo único que no se puede detener, ese reloj de arena que indica que el momento, ha llegado, como todo tiene su inicio y su..¿fin?...la tristeza hoy, tocó ante la ventana, por que la puerta, ya está demasiado rota, vencida, rajada de llanto y suspiros, mañana no será otro día, quién sabe si el boleto de la tristeza anime a subir al tren, a ésta humanidad perdida. ¿Dónde empeño la tristeza?
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario