martes, noviembre 11, 2008

Una bala contra el arte.


Esta niña de dulces ojos, jamás se imaginaría que su pintor, moriria por balas cobardes.
Su autor, un policía tijuanense quien en su poco tiempo libre, pintaba. Gerardo Visáis dejó a su familia, sus pinceles, cuadros sin terminar, lágrimas y sobre todo, un sentimiento de impotencia que envuelve la ciudad hace tiempo, en éste caso, en un auto blanco, lo asesinos pasaron rafageando y mataron vilmente a tres, uno de ellos fue el pintor, papá por cierto de una de mis compañeras de trabajo, una excelente fotógrafa, Yamilka.
Descanse en paz, aquí nos deja sus lienzos y la esperanza de que los cobardes, paguen algún día este genocidio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una víctima más... lamentable.

Fin del comentario, con tal de no maldecir.