jueves, octubre 19, 2006

El Mal


El mal existe y quien se dedica a hacerlo, tambien. Desde que la serpiente se deslizo entre el árbol y motivó a Eva a ponerse a la moda, se abrio la puerta del infierno y nos llevo la chingada a todos, ni modo, el hambre es canija. Y esa hambre, es la que hace que desde que Dios creó al mundo, existan gente que se dedique a la brujería, al satanismo, al mal de ojo, a la charlataneria, a la magia negra y a sabe cuantas cosas más que le cuestan un lanón a todos aquellos que le quieren hacer algo a alguien. La gente incapaz de luchar con inteligencia por ser mejores y envidian a los que sí, a los que brillan por si mismos, recurren al tarot, la guija pá hacerse guajes, limpias, hechizos y como es un círculo vicioso, no cesan hasta lograr destruir aparentemente a su enemigo (a), aunque el precio sea, la propia autodestrucción. Este rollo muy a lo halloween, es verdadero, Durante siglos la historia nos habla de dioses buenos y malos, de brebajes, de brujas blancas y negras, de cómo salvar tu alma en tres meses con cursos rápidos y fregarse al novio o ex marido y en el extremo, a la novia, esposa o amante del novio. oh el amor! una de las principales causas de recurrir a los aprendices de brujos, es la maldita soledad. Polvo pá conseguir novio, chuparrosa, San Antonio de Cabeza (pobre santo), polvos mágicos, inciensos atraeme la buena suerte (no lease que sean moscas o abejas las que se acerquen primero) y un sin fin de productos que a fin de cuentas, forman parte de una industria de la cadena alimenticia. Pero, siempre hay un pero, ni modo que no, cuando se arriesga todo con tal de destruir al enemigo (a), cuando se le desea hasta la muerte y se paga por ello, cueste lo que cueste, se esta entrando a un mundo (Vean la pelicula Constantine)del que jamas podra salir la persona que le hizo mal a alguien. Se paga el precio y cuando muera, su regreso será peor que su vida anterior, por que cayó más abajo que el mismo infierno. ¿se vale?, no, no se vale. Pero pobre de aquél o aquella que recurre a lo negro, su pasaporte no tiene regreso. Esa frase de que el que "a hierro mata, a hierro muere" es muy cierta. Mucho siglo XXI, internet, digitalizacion y aparatos inteligentes, pero el ser humano sigue recurriendo a la hechicera del pueblo y sus polvos mágicos bañando la foto del que queremos que nos ame o del que queremos destruir...trick o treat.

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