La amistad.

Hoy gracias al internet podemos hacer y tener amigos en todo el mundo, en cualquier rincón donde llegue la red, estamos viviendo un tiempo mágico y maravilloso, la tecnología pone su capacidad a nuestra disposición, construyendo algo que va más allá de los sistemas y máquinas, ese más allá es entrelazar mouse con mouse, amigos, corazones, valores, sentimientos y culturas de las más diversas latitudes. Hoy en día, cada segundo millones de personas conversan a distancia y el planeta se convierte en un chicharito microscópico, el teclado nos hace sentir que el mundo entero está en nuestras manos y el poder llegar a los amigos en cuestión de un click. Pero como todo poder, tambien encierra enormes peligros, existen los riesgos de la traición, de la mentira, la frivolidad, de la poca reflexión que nace a la misma velocidad que nos comunicamos. Podemos hacer amigos, pero tambien sufrir o hacer sufrir con una línea, con una frase, con una ausencia. Es maravilloso descubrir que alguien piensa como uno aunque esté en el extremo opuesto de donde nos conectamos. Debemos aprovechar para bien ese don y facilidad moderna con sabiduría y serenidad, con la alegría de que la amistad, algún día, llegará realmente a todos los rincones del planeta, como una cita con el destino, aunque sea a través de un monitor.