Todos tenemos miedos desde antes de nacer. Ya desde el vientre de la Madre escuchamos tantas cosas, sabemos si somos deseados o no, si existe la posibilidad que nos aborten o si ella esta pasando por algun miedo nos contagia. Nacemos tan temerosos o tan valientes como nos fue en los 9 meses antes de salir a un mundo que nos da...miedo. Y asi vamos creciendo, miedo a la escuela, al dentista, al perro del vecino y somos unas esponjas que todo aquello que escuchamos en nuestras casas generacion tras generacion, se nos va quedando en una cajita sin fondo. Esa cajita, solo puede abrirse cuando algun suceso nos trae a la mente un recuerdo vago o cuando somos tan estupidos de darle la llave a alguien, quien despues, nos puede hacer daño o destrozarnos con esos recuerdos que quisieramos mejor olvidar. Pero si somos valientes y cambiamos la cerradura, podemos dejar de tener miedo, podemos dejarle de dar gusto a aquellos closets, el coco, pasillos sin luz, el robachicos, el viejo del costal o al circo lleno de payasos falsos. Y asi, los miedos son parte de estereotipos basados en deformaciones mentales de imagenes visuales. ¿Podra el miedo manejar siempre tu vida? Quien sabe. Todo esta en uno y que tan libre de miedos quiere uno vivir, si agarraste tu propio miedo, puedes soltarlo igual, dejalo ir o terminare creyendo que solo asi, puedes vivir feliz, sufriendo por un miedo que hasta puede ser, virtual.
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