LLego el ejército a esta ciudad y....caos, desarme de policías, elevó la confianza o la terminó de tirar, no sé, los resultados serán siempre a largo plazo. Una cosa es cierta, la vida cambió, la rutina, los caminos se modificaron por las revisiones, las burlas de los delincuentes a través de radios que escuchan los policías se hicieron famosos, nada malo nada bueno. Una cosa es cierta, el miedo a los secuestros, los robos y todo lo derivado de una hambre ya sea creada o adquirida (hay gente que delinque x placer y no por $) estan como una nube negra que se cierne en la vida cotidiana de Tijuana. Si de veras habrá respeto y apegamiento a las leyes ah que bien, si los corruptos infiltrados en todos los niveles siguen tan campantes, a que mal. El caso es que es lo mismo, la historia no cambia, simplemente las modas hacen aparentar que sí. Pobre Tijuana, tan noble y tan menospreciada al mismo tiempo, tan difamada y tan solicitada. Operación Tijuana se llama hoy, mañana quien sabe.
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