viernes, marzo 14, 2008

Ella, la otra, aquella, ésta.

Les dicen mujeres de la vida fácil, lo cual, no lo entiendo, ¿que tiene de fácil? al contrario, debe ser bien difícil para empezar, cambiar de cama sin hacer nido, terminar insensible ante cualquier caricia por más bella que sea, aceptar el papel de la "otra" y todavía tener la simpática ocurrencia de llamarle a la esposa: "ella" y no comprender por qué el marido, su amante, todavia la pueda querer, Carajo! si por eso es la esposa, por algo la escogió hace años y formó una familia, que el tiempo pasa y la naturaleza del hombre lo lleva a buscar otros catres, es otro rollo! Pues éstas mujeres no están precisamente nada más en la calle, a veces se esconden en bonitos uniformes secretariales o hasta profesionistas, finas no son pero caras sí y buscan quien las mantenga a ellas y a sus hijos, lo más "mexican curios" es que tienen dueño, el mero mero, y el nuevo amante, tiene quién le cuide el rancho mientras él sale a buscar la firma del divorcio, emocionado por su nuevo amor, deslumbrado con el toloache que le dieron a comer, técnicas ancestrales de las mujeres inseguras precisamente por que son "aquellitas", pero no se puede tapar el sol con un dedo, a fin de cuentas el macho se lo buscó, el karma se llena como si fuera tanque de gasolina y algún día explotará, a ver quien se quema más de todos los personajes y cuál, sale libre a pesar de humo y el trago amargo, de todos modos el daño ya se hizo y como en la noria del poeta León Felipe, cada uno seguirá dando vueltas pero ahora, en diferentes círculos.

No hay comentarios.: