domingo, septiembre 23, 2007

Silencio respetuoso.


Nadie respeta el silencio. A veces, se le malinterpreta, duele, da miles de cosas que pensar, fluye invadiendo las paredes del cuerpo, llenándolos de un vacío no rellenable. El silencio, igual se usa para lastimar, agredir, alabar y hasta divertir a alguien. No he conocido a nadie en esta tierra, que el silencio respete más que a Marcel Marceau. Este mimo y aclaro que los mimos, payasos y todo lo que tenga que ver con circos, no me gustan por que siempre he percibido lo que hay detrás de ellos, una profunda tristeza. Volviendo al tema, este señor, mimo de profesión, es el único que logró mi atención, lo admiro y reconozco su trayectoria, al igual que millones de personas que pensamos igual de él. Se fue dejando un gran legado, un arte imitable pero hasta ahí, rompió las barreras del silencio y logró su respeto, pocos lo hacen sin la compañía de una máquina, él sólo usaba su cuerpo....y su alma. Descanse en paz Marcel, que el silencio te acompaña.

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